lunes, 19 de agosto de 2013

sábado, 6 de octubre de 2012

Fuenteovejuna






















¡Fuimos nosotros, Señor!
Gritaron al unísono con encendido orgullo.

jueves, 14 de junio de 2012

Casandra


Parada junto a la ventana ve acercarse las señales de la tormenta,
de nubes apocalípticas, del fin del mundo.
Las primeras gotas del final le caen en los ojos erosionando
su rostro.
Sabe que al paraíso sólo entran quienes pueden amar y se despide
de los que amó.

domingo, 13 de mayo de 2012

Hermanos



Sábado de sol primaveral afuera. Voy y vengo en este castigo ingrato de limpiar la casa, como si fuera una penitencia semanal que los dioses han dejado.
Escucho un par de niños gritar. Me distraigo al verlos por la ventana en el patio de enfrente, corretearse alrededor de una casita de madera.
Están solos.
Me ataca la nostalgia de algo que no logro descifrar.
El más pequeño corre veloz mientras el mayor, que no pasa de los cinco años, intenta alcanzarlo. El sol golpea sobre sus rulos dorados generando ese halo de eternidad. Tal vez, sea ese el origen de este sentimiento, que me tiene expectante contra el vidrio.
En un tropezón traicionero, el menor cae, es atrapado y metido violentamente debajo de la casita. Entre llantos y golpes esta siendo enterrado, mientras la madre llega corriendo desde la cocina.
Desesperada toma al mayor por el brazo, alejándolo, arrancándolo y rescata a la desconsolada víctima que genera diluvios de lágrimas y sirenas de angustia.
¿Qué están haciendo? grita ella mirando al mayor. El niño intenta una sonrisa sin justificativo, dejando pasar el momento.
Me aparto de la ventana corriendo la cortina a mis espaldas.
Conozco la respuesta. Sólo juegan a Abel y Caín.
También tuve  un hermano.

sábado, 22 de mayo de 2010

Lobos feroces


Junto a la barra, casi en penumbras, se acodan los lobos feroces reluciendo sus blancos dientes puntiagudos. Siempre aferrados a su whisky o a una copa de alcohol, miran pasar la noche vacía.
Ya saben que no hay mucho que cazar; abuelitas con sabor a nuevo perfume importado o cansadas lobas con camperas de corderito.
Aúllan rompiendo corazones y sueñan con lunas mejores, con la ternura que perdieron.
Caperucita ya no sale en las noches, no busca respuesta en las estrellas, ni la suerte de un cometa fugaz.

lunes, 7 de septiembre de 2009

Creación


Los hombres tuvieron la visión, le llamarían Almería.
Bajaron de las sierras, y unidos levantaron el faro, como un ojo de la luz en las tinieblas de la creación. Ahí mismo, justo donde se unían dos franjas rojas en la tierra, construyeron el puerto con las rocas que trajeron.
Unos, hicieron sus barcos de pesca y los acomodaron en una larga fila de colores. Otros, trenzaron las redes y las echaron esperanzados en que la Virgen los cuidaría en cada día, en cada regreso.
Entre el puerto y el cielo construyeron mercados, templos y caminos.
Cuando el sol hubo caído, entraron en sus casas, alargando la noche con antiguos cantos que aún recuerdan los más viejos.
Las estrellas brillaron con fuerza por un momento, cumpliendo el deseo azul.
Luego Dios, vio el trabajo de los hombres, y puso el Mediterráneo cayendo del río Andarax.

(Participó del concurso de los 100 años del Puerto de Almería, España)

miércoles, 13 de mayo de 2009

Microbiografía


Me levanto atolondrada como siempre, desayuno en pijama y voy al placard a buscar ropa. Me visto con lo que pensé anoche.
Al pasar por el espejo me doy cuenta que no es lo adecuado para mí.
Revuelvo, me pruebo y cambio mil veces. Vuela lo descartado a la cama, saco más y combino con otras.
Finalmente, el reloj apura y me quedo con el primer pantalón, la tercera polera, el sexto pulóver y la campera de siempre.
Casi corriendo tomo el bolso, cierro la puerta con llave y pienso en la montaña de ropa que quedó sobre la cama. Cuando vuelva deberé poner todo en su lugar.
Camino a la parada del micro, pienso.
No se quien soy hoy, pero sigo siendo yo.